Chihuahua, características de la raza
Los orígenes del Chihuahua, cuyo nombre real es chihuahueño, se pierden en la cultura tolteca, que pobló Mesoamérica entre los siglos VI y XII y que es famosa por uno de los alfabetos precolombinos más antiguos e importantes: la lengua náhuatl.
Se trata de un tipo de perro muy especial no solo por su apariencia física, sino por su carácter. De hecho, suele ser muy sociable e inteligente, pero si no se educa bien y no se ha favorecido una correcta relación con personas y otros perros, podemos tener un perrito celoso, protestón y algo arisco, aunque no violento.
Aspecto físico
Físicamente, ya hemos destacado su reducido tamaño, no suelen superar los treinta centímetros de altura y los cuatro kg. de peso, aunque lo normal es que no superen los tres.
Según sea la cabeza, los expertos hablan de dos tipos o variantes: el Chihuahua de cabeza de manzana, que presenta una cabeza ancha y redondeada, ojos ligeramente saltones y orejas puntiagudas, y el Chihuahua de cabeza de venado, que suele alcanzar un mayor tamaño, lo cual determina que su cuerpo sea de aspecto más atlético en relación también con su cabeza, más estrecha y angulosa que el otro tipo.
También existe distinción en función del tipo de pelo, largo o corto, y del color de su pelaje, que oscila entre el negro y el blanco, pasando por el chocolate, el crema y el color café con leche y todas las tonalidades y combinaciones.
¿Perro de bolso?
Debido a su reducido tamaño, muchos dueños se animan a transportarlos dentro de bolsos o mochilas especiales que, aunque resulte práctico en ocasiones concretas, no se puede normalizar o sustituir por el paseo con correa, no solo por la socialización del animal, sino por su actividad y estabilidad mental, pues son perros bastante nerviosos e inquietos. Si bien el Chihuahua no necesita hacer mucho ejercicio, sí requiere salir a pasear a la calle, caminar e incluso correr y oler a otros canes. Por tanto, al llevarlos en bolsos impedimos una conducta natural de los animales y ello a la larga puede desembocar en comportamientos no deseados y convertir nuestro Chihuahua en un perro celoso, posesivo y gruñón.
Como ya hemos destacado, se trata de una raza muy inteligente y observadora, y también una de las más longevas, pues hay ejemplares que llegan a vivir hasta veinte años, algo impensable para un perro.
En relación con los cuidados, además de todas las medidas inherentes a un perro, los Chihuahuas, por lo general, son perros saludables aunque podrían padecer enfermedades cardiovasculares, así como hernias y problemas oculares, razón por la cual es indispensable que acudamos al veterinario para sus correspondientes revisiones y no nos saltemos ninguna de las vacunas recomendadas.
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