Consejos para corregir la ansiedad por separación en perros
La consecuencia de la ansiedad que padece el animal afecta tanto a los vecinos que conviven cerca de nosotros, y que tienen que oír cómo el perro ladra o llora durante el tiempo que está el animal solo, como al propio perro y a nosotros, sus dueños. Por eso, queremos proponerte algunos consejos que facilitarán que tu mascota se acostumbre a estar solo sin que suponga para él un trauma y le genere ansiedad.
Ir poco a poco
Es comprensible que el perro tenga ansiedad y estrés por la separación si el primer día se queda solo en casa durante ocho horas, sobre todo si es pequeño o es un animal adoptado con un triste pasado detrás. Para evitar ese estado que le causa desazón debemos tener paciencia e ir acostumbrándolo poco a poco. Es decir, en lugar de dejarlo ocho horas solo desde el principio, ir haciendo la transición de manera paulatina: diez minutos un día, veinte el siguiente, una hora el tercero... y así sucesivamente. Esto también forma parte de su educación, así que habrá que tener mucha paciencia.
Nada de alargar las despedidas o celebrar las llegadas
Es el mismo consejo que los educadores nos recomiendan cuando dejamos por primera vez al peque en la guardería cuando nos incorporamos al trabajo. Cuanto más alarguemos las despedidas y cuanto más efusivas hagamos las recogidas, peor será para el niño. Con el perro sucede algo parecido. Si antes de marcharnos estamos diez minutos haciéndole carantoñas y cuando llegamos nos tomamos otros diez jugando con él, le estamos mandando un mensaje equivocado al cánido, el tiempo que va a estar solo se le va a hacer eterno y eso aumentará su ansiedad. Lo ideal es tratar de no prestarle atención justo antes de marcharnos ni cuando lleguemos. De este modo, se habituará antes a esta situación.
Agótalo y entretenlo
Antes de salir podemos sacarlo a pasear durante un espacio de tiempo largo. Busca un hueco por las mañanas y llévatelo a correr o a dar un gran paseo. Cuando llegue estarán tan cansado que se quedará tranquilo y relajado. También puedes probar a entretenerle con algún juguete, con el que podrá pasar las horas que va a estar solo.
Si con estos consejos no conseguimos reducir la ansiedad de nuestro perro, tendremos que acudir, primero al veterinario, para descartar que causas de salud pudieran estar detrás del problema y despues a un adiestrador, para que nos ayude a solucionar el problema de manera individualizada.
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